Cierra un momento los ojos. Haz una respiración profunda, inhala lento y suave, exhala lento y suave, y luego abre los ojos. Te has hecho consciente de la respiración, prepara tu mente y tu espíritu para sentir lo que quiero trasmitir en estas palabras. Piensa un momento qué puede proporcionarte felicidad.
Imagina que estamos frente a frente, puedes ver mi rostro y te ves a través de mis ojos. Sonríe, sí, sube la comisura de los labios y sonríe. Quiero que te prepares sin juicio y en apertura a sentir el único momento que puedes vivir a plenitud, es el aquí y ahora en este instante y se llama presente.
¿Cómo el yoga puede proporcionarte felicidad?
En la práctica de yoga se pueden experimentar momentos varios y diversos. A veces de tensión, de incertidumbre, de desánimo, incluso de sufrimiento. Es justo allí donde se puede valorar la simplicidad, donde a consciencia se puede empezar a soltar las expectativas. Es cuando suelen soltarse las tensiones y como por arte de magia se empieza a sentir gozo, plenitud y bienestar.
Quiero hablarte de Ananda Balasana postura “del bebé feliz”. Ananda significa “felicidad”, bala significa “niño” y asana significa “postura”. Quiero invitarte a realizar esta postura en cuanto tengas oportunidad.
- Túmbate en el suelo boca arriba,
- Lleva las rodillas hacia el pecho,
- Tomas los pies con tus manos por la parte exterior, trata de llevar tus rodillas hacia las axilas,
- Asegúrate que tus tobillos están alineados con las rodillas que formaran un ángulo de 90 grados, con las pantorrillas perpendiculares al piso.
- Flexione los pies empujando hacia arriba con los talones.
- Baja los hombros y relájalos,
- La barbilla va en dirección del pecho, procura estirar bien el cuello para mantener estirada la columna vertebral
¿Alguna vez has visto un bebé boca arriba, agarrándose los pies?
Este es el significado de esta postura. Es la actitud de búsqueda que se traduce en un encuentro con tu propio cuerpo. Puedes jugar a redescubrir la fascinación y la dicha que existe en explorar tu propio cuerpo físico.
Como la de un bebé cuando flexiona sus piernas y se sujeta de sus pies o de sus deditos pulgares. Explorando su cuerpo y su entorno, sorprendiéndose con admiración y gozo de sí mismo. Ahora te toca a ti conectar con tu potencial divino desde este asana. Sentir el nacimiento de un bebé feliz, pues dentro de ti habita ese niño/niña interior que merece un momento o un espacio de juego, de reconexión física, soltando al adulto y experimentando la felicidad de simplemente ser y existir.
Bien, pero además te diré los beneficios de esta práctica:
- Ayuda a calmar la mente, brindando alivio al estrés y la fatiga.
- Excelente para trabajar la apertura de las caderas.
- Ayuda a alargar y realinear la columna vertebral.
- Fortalece los brazos.
- Libera tensiones acumuladas en la espalda baja.
- Masajea la zona abdominal, estimulando los órganos del sistema digestivo
En la felicidad sientes ese estado de satisfacción plena, de gozo, placer, bienestar, pero en sí no es el fin, ni una meta. Tampoco la consecución de un objetivo. Para mí y desde mi experiencia es el camino que recorro y por eso para culminar mis palabras te dejo:
“No hay un camino a la felicidad: la felicidad es el camino.” Buda Gautama
Ver también ¿Dónde buscas tu bienestar?
Vídeo Mente en silencio, mente feliz