Fórmulas, métodos y estrategias parecen ser los elementos en que se enfocan más las personas que quieren desarrollar sus negocios. Sin embargo, en la ejecución es donde más se presentan los distractores que atentan contra tu negocio. En esta oportunidad te voy a compartir tres reacciones emocionales. Tómalas en cuenta mientras vayas por el sendero de tu emprendimiento.
Me ha pasado con mis compañeros de mentoría. Una semana hablamos de los únicos tres pasos que debe dar para ir al siguiente nivel. Siete días después ya lo ha cambiado todo. Desde el cliente ideal, el empaque del producto, la estrategia que diseñamos. La semana de arriba se siente perdido y al mes tiene la idea de que no ha avanzado nada.
¿Por qué vamos tan a la deriva si el plan está trazado?
Los motivos por los cuales las personas deciden emprender, empiezan siendo un sueño. Luego, se convierte en un jardín de ideas y culmina en la divagación. Las estadísticas alrededor del mundo indican que el 75% de los negocios no llegan al tercer año de vida. Y casi siempre está asociado por la incapacidad de generar los ingresos necesarios para seguir operando.
Pero otro factor también se suma a esto. Y es la incapacidad de gestionarse emocionalmente ante los retos, obstáculos y errores que nos conseguimos en el camino. Hay personas que se quedan en lo que no pueden hacer. Otros, se escudan se escudan con los mínimos sucesos que ocurren a su alrededor. La mayoría de los emprendedores quieren abarcar mucho para terminar concretando poco cuando se trata de estas reacciones.
3 reacciones emocionales
1. Ansiedad: la impaciencia es una de las amenazas internas más peligrosas que nos conseguimos, y que nos llevan a perder dinero, aprender muy poco del negocio y desgastar al equipo de trabajo.
Los emprendedores guiados por la ansiedad no dan tiempo al proyecto de germinar. Quieren recuperar la inversión de inmediato y terminan por ahogar el proyecto por sobre-exigencia.
Todos los planes de negocio tienen un norte de evaluación entre 3 y 5 años. Que no en vano es el tiempo que le toca a un niño alcanzar cierto grado de independencia.
2. Frustración: cuesta mucho entender que el aprendizaje del negocio lleva mucho ensayo y error en el camino. No importa el gurú que contrates, nadie te va a dar una línea recta al éxito. Tú negocio es algo único de lo cual debes aprender constantemente.
Debemos comprender nuestra capacidad de manejo de la frustración antes de iniciar un negocio. Reconocer que lo único garantizado es la incertidumbre y que no hay nada escrito, más que la experiencia que se gana haciendo.
El trabajo de un mentor de negocio es acompañarte desde su experiencia. También te ofrece un grupo de apoyo emocional que te permita avanzar y saber que cuentas con alguien que ya ha transitado por ese camino. Pero la experiencia siempre será tuya.
3. Depresión: si sufres de perfeccionismo crónico, iniciar tu negocio será un calvario de dolor, comparación y tristeza. Nos han enseñado a encajar, no a destacar. La estandarización de la educación está diseñada para competir, y en los negocios compararse es mortal.
Nadie es como tú y tú no eres como nadie. Siempre habrá opciones allá afuera para que las pruebes a ver si te funcionan, y que te ayuden a moverte un poco más. Pero esperar que todo salga perfecto, es una expectativa irracional.
Es importante emprender en algo donde el solo hecho de hacerlo ya resulte placentero en sí mismo. Y a partir de allí todo lo que venga será una aventura, no una tortura.
Personalmente creo que todos podemos lograr cosas maravillosas en nuestros mundos, pero no podemos lograr lo mismo todos. Cada quien tiene un regalo especial y único que ofrecer. Por esta razón es fundamental elegir algo que nos encante, en lugar de algo que nos dé dinero urgente.
La ansiedad, la frustración y la depresión están a la vuelta de la esquina para quien emprende por desesperación. Es mejor tomarte tu tiempo para iniciar, pero sabiendo que siempre vas a tener retos que van a generarte tensión, angustia y una pizca de locura. Las reacciones emocionales definen tus decisiones, cuida lo que sientes.
Ver también 4 formas de ganar más dinero con lo que sabes
Vídeo La insuficiencia del perfeccionismo