¿Cuántas metas u objetivos te has planteado en la vida con ilusión y motivación pero poco a poco han ido cayendo en el olvido?
¿Alguna vez has sentido que lograr lo que tú deseas es realmente difícil y complicado?
¿Cuántas veces te has preguntado: «qué estoy haciendo mal» sin encontrar respuesta?
Tengo buenas noticias para ti, porque hoy por fin conocerás el gran secreto. Sabrás dónde debes poner el foco para que todo en tu vida cambie y suceda lo que tanto deseas. Sobre todo de una forma sencilla y natural.
Albert Einstein decía: «Si quieres resultados diferentes, haz cosas diferentes».
Una afirmación muy sabia y lógica a la vez, ¿verdad?.
Sin embargo, yo te diría: «Si quieres resultados diferentes, NO hagas cosas diferentes».
Realmente no estoy contradiciendo a este gran sabio. Su afirmación es totalmente cierta, pero no en el sentido estricto de la frase. No son tus acciones lo que debes cambiar.
Y para que lo entiendas voy a ponerte un ejemplo muy gráfico. Si tienes un árbol que te está dando peras, pero a ti no te gustan las peras, ¿qué harías? ¿Le cortarías las ramas? ¿Le echarías abono? ¿Lo regarías más? ¿No verdad?
Si no te gustan las peras y quieres manzanas, cambiarías las semillas, obvio.
Ahora imagina que los frutos del árbol son tus resultados.
Las ramas son tus acciones.
El tronco son tus emociones.
Las raíces son tus pensamientos
Y las semillas son tus creencias.
Entonces, ¿qué deberías cambiar si tus resultados no son los que deseas? Tus creencias. Exacto.
Sin embargo, a menudo nos quedamos en la superficie. Cambiando solo las acciones, las emociones o los pensamientos. Pero pocas veces profundizamos hasta las semillas.
Imagina que quieres ganar más dinero, y empiezas a echar horas extras, a buscar negocios alternativos (acciones=ramas) O buscas algo o alguien que te motive (emociones=tronco), haces afirmaciones de que eres abundante (pensamientos=raíces). Pero resulta que el dinero no llega, o llega pero lo gastas o lo pierdes fácilmente.
¿Qué está pasando?
Si te das cuenta estás cambiando las acciones, las emociones e incluso tus pensamientos. Pero ¿qué pasa con las semillas? ¿Has revisado qué creencias hay en tu mente subconsciente?
Puede que tengas creencias negativas sobre el dinero. Como que el dinero es malo, que corrompe a las personas, que las vuelve avariciosas o que trae problemas. Tu mente inconsciente hará todo lo posible para que tú no tengas más dinero.
Otro ejemplo es el de las personas que se han formado como coach o terapeuta. Luego de terminada su formación pero no consiguen los clientes que desean para poder vivir de su profesión.
Éste puede ser el deseo consciente, pero qué sucede si inconscientemente hay creencias de que no eres tan bueno. O crees que hay otros profesionales mucho mejores que tú o tal vez que te falta mucho por aprender.
El resultado es que esas creencias de no merecimiento y de carencia sobre ti mismo, atraerán a tu vida pocos clientes. Quizás clientes que tampoco se valoran como para invertir en ellos y contratarte.
Todas esas creencias son las que se están materializando en tu vida y te llevan a vivir situaciones que conscientemente no deseas.
Así es que fíjate qué importante es tomar conciencia de cuáles son esas creencias que están escondidas en tu mente inconsciente. Es necesario sacarlas a la luz, porque solo en ese momento podrás dejar de vivir en piloto automático. Esto te llevará a empezar a construir la vida que tanto deseas.
Recuerda: «Si quieres resultados diferentes, NO hagas cosas diferentes, cambia tus creencias».