Seguramente tú también te imaginas la bolsa de valores como un lugar lleno de muchas personas aceleradas. Gritando como locos para comprar y vender acciones. Otros aflojándose la corbata mientras atienden una llamada de su cliente que acaba de perder dinero por su culpa. Esa es más una creencia que una realidad. Diseñada para quienes venden el acto de invertir en función del miedo o la aventura. Hoy hablaremos del poder que tiene la serenidad en las inversiones de los maestros de Wall Street.
Inversión no es Ahorro
La única forma que el dinero invertido te altere los nervios, es que hayas cometido el error de poner el dinero de la comida, en algo tan riesgoso como una acción del mercado. Por muy interesante, excitante y tentador que sea una propuesta de inversión, es importante que sepas que los ahorros no son inversiones. Ya que ellos sostienen dos valores diametralmente opuestos en tu vida: ahorras por seguridad e inviertes para crecer. Combinar esto es un oxímoron.
Los grandes inversores no ponen en riesgo su seguridad. Y esto es lo que los hace entrar en la bolsa de valores con serenidad. Porque están claros de que ingresan un dinero que, de perderlo, no les va a tambalear su estilo de vida. Un ejemplo claro lo tenemos en el escritor Paulo Coelho, quien invierte solamente el 5% de su capital en la bolsa de valores.
Planificación es Tranquilidad
Hablemos ahora de la segunda creencia. Está relacionada con las inversiones como un escenario de agitación emocional, y no de planificación racional.
Como en muchas otras áreas de la vida, los grandes inversionistas tienen estrategias claras de inversión. Hay una meta definida de ganancia. Saben claramente que dejarse llevar por sus emociones y avaricia, los puede dejar mal parados. Una meta de 6 a 12% anual como ganancia, implica que mensualmente harán entre 0.5 y 1%. Que es mucho más de lo que ganarían si dejan ese excedente de dinero guardado en el banco (recuerda que no son sus ahorros). Una vez que llegan a su meta, sacan los fondos invertidos más la ganancia, y esperan serenamente el mes siguiente.
Esto, tan simple y sencillo como se ve. Puede incluso programarse en plataformas de inversiones con órdenes de stop limit. Un stop limit una orden para generar una venta automática de una acción, una vez que ha alcanzado cierto precio y con ello su ganancia deseada. ¡Sin nadie que grite para venderla en tu nombre!
La Calma del Maestro
En mi vida personal, escojo mis maestros por la calma que me producen. Las personas muy aceleradas y entusiastas, no me generan mucha confianza que se diga. Una parte de mí me dice que están ocultando algo, que puede ser incluso la necesidad de sentirse reconocidos. Hasta ahora, esa guía de selección no me ha fallado.
La serenidad permite que todo transcurra fluido, tranquilo, en paz. Es una vía para gestionarme en el mundo terrenal con seguridad, con las emociones ordenadas, incluso si se trata de inversiones. Porque cuando ponemos el dinero en su santo lugar, sabemos que incluso si perdemos, lo perdimos porque había el riesgo de perderlo.
De esto se trata una vida en Armonía Financiera, donde ganar no nos obsesione y perder no nos quite la paz.
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