Cuando pensamos en servicio, las ideas que vienen a nuestra cabeza son precisamente aquellas de trabajar con los pobres. Vivir haciendo obras de caridad, o sacrificadamente en ayuda de otros. Creemos que servir es estar dando sin medida o con sacrificio.
La realidad es que cuando ves al servicio como una actividad abnegada y que requiere sacrificio, estás en el preciso momento para reevaluar el significado de esta palabra y su relación con el talento. Porque el servicio tiene una connotación mucho más amplia.
Una de las mejores formas de ver el servicio es como una expresión perfecta de tu talento. Cuando sirves con la capacidad creadora que trajiste el mundo al encarnar, y que en pocas palabras es tu esencia, estás entrando en el área de la alquimia o transformación personal.
Tu talento para servir
Una vez descubres tu talento, conoces cuál es tu esencia. Y si decides ofrecerlo a los demás, un cambio interno en cada célula de tu cuerpo ocurre como un milagro perfecto.
Ofrecer tu talento a los demás hace que regularmente lo utilices, no solo para tu provecho, sino para el de muchos más. Cuando haces esto, estás generando dos beneficios, muchas veces sin darte cuenta.
El primer beneficio es que al aplicar tu talento comprometiéndote con un servicio lo perfeccionas. Este es un beneficio personal y que no tiene mucha repercusión extrínseca. Generalmente estas en esta fase cuando inicias a trabajar con este.
A medida que el tiempo pasa se presenta el segundo beneficio, que se expande más allá de tu área personal. Este se activa cuando con tu talento estás sirviendo a otros de manera tal que estás compartiéndolo y expandiéndolo.
¿Cómo sucede esto?
Aplicar tu talento viene de tu corazón y está impregnado con una vibración armónica con la mente universal. Al darlo en servicio lo que haces es magnificar su repercusión.
Pero, ¿cómo es esto posible?
Porque el talento de por si genera una vibración alta cambiando cada célula de tu cuerpo cuando lo aplicas. Por eso cuando sirves a través de este, extiendes esta vibración a los demás que la reciben. Es un beneficio doble, no solo el de dar sino también el de aplicar tu talento.
Cuando pienses en el servicio como ayuda a otros, no lo encasilles en una obra caridad específica. Ni en un grupo especial, o una actividad preestablecida. Usa tu imaginación y esta te permitirá reconocer esa obra en la cual puedes aplicar tus regalos para servir a otros.
Servir con tu talento
Servir con tu talento te permite no encasillarte en una forma rígida de servir. De tal manera que todo lo que haces en esta obra lo tomas como propio. Intenta enfocarte en cultivar tus cualidades únicas y busca la manera de contribuir con estos a los demás. Aquí es cuando el encanto aparece.
Si no has encontrado una manera de servir a otros con tu talento, es hora de ser creativo. Piensa cómo con lo que amas hacer, puedes contribuir a una causa mayor que tú. Si por ejemplo tu talento es creativo, y lo aplicas a la caligrafía, concéntrate en cómo puedes ofrecerlo al servicio de otros.
El servicio lo puedes ver desde dos puntos de vista. Uno desde recibir beneficio económico por lo que haces. El otro desde el punto de vista de compartir para una causa mayor.
Volviendo al ejemplo de la caligrafía esta persona puede dedicarse comercialmente a enseñar cursos de caligrafía. A hacer tarjetas para ocasiones especiales como bodas, primeras comuniones, eventos especiales, etc. Aquí está ofreciendo su servicio a cambio de una suma económica y está sirviendo a otros simultáneamente.
Por otro lado cuando ofrece su talento voluntariamente y no por pago, puede crear mensajes únicos para quienes desean, por ejemplo, escribir cartas a miembros de su familia. En este caso esta persona estaría utilizando su capacidad creativa expresada en una carta especial ya sea para un abuelo, una esposa, los hijos, el esposo, etc. También podría ofrecerse a hacer gratuitamente las invitaciones para eventos especiales de recaudación de fondos de organizaciones sin fines de lucro.
Los dos ejemplos anteriores muestran como el talento y el servicio van de la mano y se complementan perfectamente. Esta unión te da la capacidad de expresar ese don o regalo con el que vienes, perfeccionándolo en el proceso y cambiando así la vida de los que están a tu alrededor.