Vivimos en una época donde constantemente tenemos la sensación de que el tiempo vuela.
Tenemos tantas tareas, compromisos y distracciones así como estímulos a nuestro alrededor. Que creemos que es normal sentir que las horas pasan demasiado deprisa.
Sobre todo cuando le añadimos el deseo de querer llegar a todo lo que se nos pasa por la mente. Ahí es cuando nos damos cuenta de que el tiempo no nos alcanza para todo.
Con este panorama, encontrar tiempo para ti, ya sea de ocio o de descanso, puede convertirse en un auténtico sueño imposible para muchas personas.
Esta forma de vivir la vida nos mantiene en un pensamiento único, que además no dejamos de expresar y compartir verbalmente con quien se nos acerca y es:
«¡No tengo tiempo!»
Este pensamiento, que pareciera estar mostrando nuestra realidad. Lo que hace es mantenernos enfocados en el problema. Y que cada vez sea más complicado salir de ahí.
Además de que ese pensamiento es el que despierta en nosotros emociones incómodas y desagradables como estrés, ansiedad y frustración.
Por eso, en vez de repetirte una y otra vez: «no tengo tiempo», «no encuentro tiempo para mí», etc., cambia esas afirmaciones por preguntas.
No hay mejor salida que esta.
Cambia tus pensamientos por preguntas
Pero sobre todo deben ser preguntas inteligentes que te ayuden a encontrar ese tiempo libre que deseas. No preguntas del tipo «¿Por qué a mí?» que lo único que hacen es hundirte aún más.
A continuación, te comparto 2 preguntas que son realmente importantes y van a ayudarte a recuperar tu poder y encontrar la salida.
1- ¿Cómo puedo encontrar más tiempo libre y de ocio para mí?
Podría parecer demasiado simple. Pero cuando lo hagas verás el mundo de opciones que se abre ante ti.
Con esta pregunta te enfocas en la solución, tu mente se pone en marcha y pronto te lanzará respuestas.
En segundo lugar, otra pregunta mucho más profunda que la anterior es:
2-¿Qué me impide encontrar ese tiempo?
Si de forma automática llega a tu mente una respuesta del tipo «no sé organizarme» o «no sé decir NO a otras personas» hazte de nuevo la misma pregunta:
¿Qué me lo impide? Es decir: –¿qué me impide organizarme?, ¿qué me impide decir que no?, ¿qué me impide disfrutar de la vida?… y así hasta que llegues al fondo de la cuestión.
Probablemente encuentres que es un tema de baja-autoestima o sensación de no merecimiento, pero incluso ahí podrías volver a preguntarte…
-¿Qué me impide tener la autoestima alta? o incluso –¿qué me impide sentirme merecedora?
Y ahí es donde empezarás a encontrar las creencias, miedos, heridas y bloqueos emocionales que te mantienen dónde estás.
A partir de aquí es tarea tuya pararte y reflexionar, porque todas las respuestas están dentro de ti.
Te adelanto que vas a necesitar ayuda, por eso lo mejor es buscar a un coach, un terapeuta o un profesional que te genere confianza y te pueda acompañar, pero sobre todo hay algo que tú puedes y debes hacer ahora mismo.
Y es… no resignarte.
No caigas en la trampa de pensar cosas como:
-«Así es mi vida», «no tengo más remedio que seguir luchando», «no tengo otra opción», «cuando mis hijos crezcan…» o «lo único que puedo hacer es esperar a que vengan tiempos mejores».
En absoluto, hay opciones y muchas para empezar a manejar tu tiempo.
Por eso, empieza aplicando los consejos que te doy pero empieza AHORA porque recuerda que…
Estás aquí para vivir y disfrutar de TU VIDA.