¿Cómo pasar de la escasez a la abundancia? ¿Del miedo a la certeza? ¿Del sufrimiento a la felicidad? En definitiva, ¿cómo dejar de sobrevivir para empezar a vivir?
Buena pregunta, ¿verdad? ¿Hay alguien que no quiera saber la respuesta?
Seguro que no.
Sin embargo, la solución no está en encontrar la respuesta, sino en revisar la pregunta.
Se trata de esa creencia de que «estoy mal» o «podría estar mejor». O que «necesito x ó y para ser feliz, o un poquito más feliz».
Creemos que nos faltan tantas cosas para ser felices y abundantes, que se nos olvida valorar todo lo que ya tenemos.
Trabajamos tanto para conseguir dinero, reconocimiento, cariño y aceptación de otros. Pero se nos olvida ver y disfrutar de todo lo que nos rodea.
Fíjate que cuando naciste lo tenías todo. Entonces ¿quién te hizo pensar que a partir de ese momento empezaba una carrera de sufrimiento donde tenías que esforzarte para conseguir lo que deseabas?
Hemos convertido esta vida en un camino de constante búsqueda. De la pareja ideal, del trabajo perfecto, de la independencia económica, de buena salud, entre otros.
Pero el que busca se arriesga a no encontrar o a que la búsqueda sea larga y desesperante.
Y ahí es cuando aparece la frustración, el miedo y la tristeza. En pensar que algo me falta o que soy imperfecto.
Hoy te invito a parar un momento. Que levantes tu mirada y observes todo lo que hay a tu alrededor y a quienes están a tu lado.
Toma conciencia por un momento de que el oxígeno no te ha faltado nunca. Que tus órganos están trabajando sin descanso para ti. Estás vestido, tienes un techo y comida. Y que no estás solo(a) aunque a veces así lo sientas.
Un día mi sobrina de 11 años me dio la respuesta. Nadie está solo, todos estamos unidos y conectados. Porque yo estoy tocando el mismo suelo que tú tocas, y a la vez tú estás respirando el mismo aire que acaricia mi piel.
Mi consejo de hoy es que dejemos de buscar y empecemos a vivir, dando gracias por lo que ya es. Y a partir de ahí podrás seguir caminando por la vida conectado con tu felicidad.