La manera en que reaccionas a una circunstancia depende de varios factores. Por ejemplo, si llegaste a ese punto por decisión propia o por aprendizaje social. También afecta la cultura, que es un código de comportamiento que a su vez refleja el contexto histórico en el que se maneja tu entorno ambiental. Pero, ¿Te has preguntado quién eres en tu relación con lo material?
Para ayudarte a explorar esta pregunta te invitamos a que verifiques tu estado de conciencia respecto al tema. Piensa en términos como abundancia, prosperidad, celebración, realización personal. Las asociaciones que surjan en tu mente te darán pistas de las creencias que determinan tus decisiones.
Si pensar en estos términos te lleva a considerar lo que te falta, el miedo a perder tus comodidades y el rechazo al riesgo, hay cosas que te puedes replantear. Es posible que elijas para evitar situaciones incómodas o dolorosas. Eso no está mal. Sin embargo, si evitar problemas te lleva a un estancamiento, eso sí es un conflicto, pues pasas al modo sobrevivencia.
Hay que hacer una importante aclaratoria. Sobrevivir no se presenta solamente cuando los ingresos obtenidos no alcanzan para satisfacer las necesidades materiales básicas. También se manifiesta como el sobreesfuerzo por alcanzar la vida que piensas que te mereces.
Seguramente conoces a alguien que vive en buen nivel de comodidad, pero para quien nada es suficiente. Observas que se queja por todo aun teniendo buenas oportunidades, no disfruta de nada. Vive en angustia por perder lo que con tanto trabajo ha alcanzado o en aburrimiento porque lo que le interesa es la euforia de lo nuevo.
Sin importar si un presupuesto incompleto o la comodidad están presentes en tu estado financiero, el cómo vives el proceso revela tu relación con lo material. Tu percepción es lo que define si lo material es un complemento de tu crecimiento o es un obstáculo para crecer.
¿Quién eres en tu relación con lo material?
Acá te damos algunas recomendaciones en tu proceso de descubrir el tipo de relación que tienes con lo material.
1. Evita los juicios extremistas. Por ejemplo, indicar que tu relación con lo material es buena o mala es algo indefinido. No te va a aportar información significativa del origen de tus criterios para decidir. Tampoco te ayudará a construir un clima emocional que te permita explorar el tema.
2. Ve a lo específico. Revisa tu conducta en base a hechos y consecuencias directamente. Así podrás hacer asociaciones más claras entre tus creencias y tus resultados. Puedes hacerlo haciéndote preguntas, involucrando cómo te sientes ante la circunstancia y cómo manejas lo que obtienes.
3. Observa tu historia de aprendizaje. La manera en que has aprendido a manejar tus recursos materiales es fundamental. Esto puede incluir desde cómo se manejaba el dinero en tu infancia, hasta verificar si has incorporado nuevas creencias en lo financiero. Tu comportamiento depende de esto y saber de dónde provienen tus impulsos o manera de pensar te dará alivio y claridad.
4. Permítete ser como eres. Si en tu proceso de conciencia te topas con creencias, emociones y comportamientos que consideras insanos, detente y aquiétate. Esta reflexión no es para atacar tu vida sino para desarrollar la capacidad de considerar nuevas y mejores opciones. Para ello, no necesitas destruir todo y empezar de cero. Sé amable y respetuosa contigo, tanto con tus recursos emocionales como los materiales.
Has elegido colocar nuevas ideas en tu mente. Así que, no temas descubrir que algo no funciona o que necesitas hacer ajustes. Busca lo mejor dentro de ti.
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