Para algunas personas un símbolo de abundancia y prosperidad económica es mostrar diversidad de marcas en productos y servicios. Así como también múltiples niveles de precios para que cada quien elija lo que necesita desde su capacidad. No obstante, en la variedad, ¿Está la confusión? Hoy te hablaremos acerca de la dificultad de elegir entre muchas opciones.
Tal vez alguna vez te han llamado indecisa ante un momento de parálisis por no saber cuál producto es el mejor. Posiblemente un vendedor o empleado de la tienda quiso asegurar la venta. Pero, tú no supiste qué hacer con claridad. Es muy probable que, ante la duda y la presión externa, hayas hecho la compra igual.
Este escenario es bastante común en personas que no suelen pensar en los beneficios de lo que compran. Te explicamos. Cuando tu interés es el objeto y no su función, durabilidad, calidad, capacidad de reparación o reposición, entre otras cosas, suele ser frecuente la duda que paraliza.
Hoy día hay muchas opciones en el mercado. Y saber cuál es la mejor opción requiere preparación previa. No obstante, es posible que hagas tus compras sólo por el gusto de obtener algo. Si es así, es muy difícil que tu interés esté más allá del placer que se siente al comprar.
No te sientas culpable. Somos mentalmente vulnerables a las compras sin propósito. La mayoría no tiene educación financiera, pocas veces quienes venden le permiten la reflexionar a sus clientes y la presión social por mostrar estatus a través de las posesiones es fuerte.
Para corregir la posibilidad de tomar una decisión de compra sin claridad, te ofrecemos las siguientes sugerencias. Aunque antes necesitas ser honesta contigo misma y notar cuál es el efecto emocional de comprar sin prepararte previamente. Si en tal proceso surgen emociones como la ansiedad, el arrepentimiento o la frustración porque lo que compraste no fue satisfactorio, estas recomendaciones son para ti.
Menos, es más
Mientras menos sean las opciones a comprar, podrás decidir mejor y con mayor rapidez. El cerebro humano no procesa demasiada variedad. Limitar las posibilidades de elección con características concretas te evitará la duda por contradicciones en tus deseos.
Esto también aplica para elegir el lugar de compra. Siempre piensa en función de tu bienestar, comodidad, lo que consuma menos tus recursos materiales y humanos. Así harás que lo elegido funcione a tu favor.
Para qué lo necesitas
Es importante saber qué esperas satisfacer o solucionar con el producto o servicio que buscas adquirir. Se que parece muy estructurado y rígido esto de pensar antes de comprar. Sin embargo, esto te puede ayudar a preservar tu dinero o por lo menos, a gastarlo en verdaderos beneficios.
Necesitas aprender que quien se beneficia de tu inconsciencia al comprar es el comerciante. Tú probablemente tendrás una deuda, no usarás con frecuencia lo comprado o no será durable. Cuida lo que compras como cuidas lo que te importa.
No dejes que tu deseo de compra te domine
Querer comprar algo como si tu felicidad dependiera de eso, es una señal de alerta. En realidad, son muy pocas las situaciones en la vida en la que tu integridad física y emocional depende de una compra. La mayoría son elecciones superficiales basadas en tendencias externas. Evita que la impulsividad por tener algo dirija tu capacidad de decidir.
Para cualquier tipo de decisión reduce la variedad de tus opciones. Así podrás diferenciarlas con facilidad. También será más claro identificar lo que es mejor para tus necesidades. Pensar bien antes de comprar, es también una señal de riqueza.
Ver también ¿Qué es el poder de compra?
Vídeo ¿Cómo diferenciar necesidades y deseos?
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