¿Alguna vez has estado hinchado de orgullo porque tu hijo hizo algo que quizás tú no pudiste alcanzar? ¿O que muestre interés en algo que realmente a ti te apasiona pero a lo que no le dedicas mucha atención?
Los padres nos enorgullecemos de nuestros hijos por cada pequeño detalle. Pero hay situaciones en las que realmente no cabemos de la emoción.
Tengo un familiar muy cercano, que siempre quiso dedicarse a la carrera militar. No lo hizo y desconozco sus razones o circunstancias para no cumplir con su sueño.
Solo sé que era algo tan importante para él que le decía a todos los jóvenes a su alcance que esa era la mejor profesión. Muy por encima de cualquier otra.
Supongo que con la esperanza de que si él no lo hizo alguien en la familia lo lograría. Pero ninguno de nosotros mostró interés en ello.
Uno de sus hijos escogió la carrera militar. Él estaba muy feliz, pero nada como el día en que finalmente se gradúo.
La foto de la familia en el acto de graduación nunca podré olvidarla. Literalmente tenía el pecho hinchado de orgullo. No lo podía tener más alto, vio su sueño cumplido a través de su hijo. Seguro conoces una historia similar a esta.
El tema expansión puede verse desde diferente ópticas en la relación padres – hijos. Es por ello que quiero mostrarte dos de ellas, para que decidas de forma consciente cuál quieres que guíe tus pasos en el camino de la maternidad/paternidad.
Egoísmo o generosidad, ¿cuál eliges?
La crianza es un rol de vida que te permite conocerte a ti mismo de un modo más profundo y cercano. Por supuesto, no es el único, para otros será otro tipo de experiencia.
Pero hoy quiero invitarte a acercarte a ti, mediante esta pregunta ¿cuál estilo de crianza y de vida eliges: uno egoísta o generoso? Ya que la forma en que ejerzas la crianza no es más que trasmitir como te conduces por tu propia vida.
Egoísta: Promueves la expansión de tu propia vida o de tus sueños sin cumplir por decisión propia, a través de la vida de tus hijos. No tomas en cuenta sus gustos, intereses o preferencias. Ejemplo: Quiero que seas Abogado como yo o todos en mi familia.
Generoso: Promueves la expansión de la vida de tu hijo, según sus gustos, intereses o preferencias. Lo ayudas a desenvolverse y desplegar todo su potencial. Ejemplo: Mi hija quiere ser boxeadora/deportista o mi hijo no le interesa un título universitario. No sé exactamente de qué se trata pero lo apoyaré en todo momento.
Con este sencillo ejercicio, sabrás no solo cuál estilo de crianza estás practicando, sino también como te estás conduciendo en tu propia vida. Lo mejor de todo es que nada en esta vida es estático. Lo importante no es la respuesta por sí sola, sino que siempre tienes la opción de cambiar el rumbo.
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