¿Llevas más de 6 meses arrastrando una deuda que te preocupa? ¿Consideras que este año sí resolverás esa deuda que aún no has pagado? ¿Sigues pensando que si tienes más, serás solvente? En este artículo vamos a hablar de un tema que afecta a muchos, pero que ocupa a pocos: vivir endeudado.
No es salir de deudas, es vivir solvente
Si bien es cierto que este artículo habla de deuda, debo aclararte algo: yo soy pro-solvencia. ¿Esto qué quiere decir? Que considero valioso cuando una persona tiene una línea de crédito a su nombre. El crédito es un voto de confianza que recibes de las entidades bancarias, así como de familiares y amigos. Cuando abusamos de esa confianza, la solvencia se convierte en deuda.
Para mí, la deuda es como el agua: lo suficiente para sentirte hidratado, pero no tanto como para sentirte ahogado. El porcentaje de deuda máximo que una persona debería tener no puede exceder el 30% de sus ingresos, de lo contrario se está desangrando sus finanzas.
[bctt tweet=»Si tus deudas mensuales superan el 30% de tus ingresos, estás arriesgando tu solvencia.» username=»armoniafrevista»]
Como este es un tema que salpica a muchos pero pocos lo admiten, esta semana sólo me limito a contarte 5 formas de vivir endeudado para siempre ¡ganes poco o ganes mucho!
Piensas que necesitas más dinero
Esta es la creencia más inmediata. Si me falta dinero, pienso que tener más dinero me resuelve el problema. La realidad es que resolver el problema no necesita de más dinero, sino de más disciplina. Las personas emocionales o que están sufriendo problemas sentimentales son casi siempre el blanco fácil para las deudas, porque comienzan a ver su vida como una constante emergencia. Las emergencias de problemas puntuales terminan convirtiéndose en emergencias como estilo de vida: ofertas, oportunidades, negocios o inversiones.
Pagas una deuda pidiendo prestado
Siempre creemos que esta vez sí vamos a resolverlo. Pero cuando ya has cambiado la deuda de más de 3 acreedores, es una alarma clara. Lo único que se resuelve pagando una deuda con otra deuda, es la incomodidad o la pena vivir endeudado. Tal vez es mejor sentarse y preguntarse si lo más sensato sea negociar planes de pago con el acreedor del momento. Incluso si se trata de una deuda bancaria, siempre se podrá renegociar la deuda y comprometerse, esta vez, a ser solvente.
Ni siquiera quieres pensar en lo que debes
Los números dan claridad. Ninguna madre tiene “algunos hijos”, ni tampoco tiene “varias horas” libres. El sobrepeso es una condición, pero los kilos son la medida que le da contexto al sobrepeso. Si tratas de minimizar tus deudas sin tener claridad de cuánto se trata, estás evadiendo, no estás resolviendo. Aquí no me queda otra que hablarte como asesora financiera, y decirte con claridad, si no sabes dónde estás, ¿Cómo sabrás en qué dirección es el primer paso?
Mis tarjetas me las llevo por si acaso
Para mí, vivir al margen del sistema financiero no es la opción. El sistema bancario va directo a la globalización, y hoy más que nunca es importante tener medios de pago que funcionen en cada rincón del planeta. Si esperas tener una vida de libertad y no eres capaz de manejar tu tarjeta de crédito, es hora de establecer metas por prioridad, no por deseo. Para mí no es válido deshacerme de mis tarjetas de crédito, pero sí dejar la manía de cargarlas conmigo hasta para comprar pan. Vivir endeudado no es un problema de dinero, sino de autocontrol.
Te preocupas pero no te ocupas
¿Eres de las personas que llamas a tus deudores para decirles que estás preocupado por la deuda, pero aún no has sacado ni un dólar para amortizarla? Entonces con toda seguridad esa deuda será eterna. No te engañes, asume que aún no has dado ni siquiera el primer pago camino a la solvencia. La única forma de que crees congruencia entre lo que dices y lo que haces, es haciendo lo que dices que harás. Mientras prometas y no cumplas, estarás cavando un hueco de lodo moral y espiritual. ¡Ocúpate!
[bctt tweet=»Para vivir solvente, aclara tus deudas y comprométete con tus acreedores.» username=»armoniafrevista»]
No eres ni la primera ni la última persona que ha tenido que vivir endeudado por algún tiempo. Pero si tienes más de 6 meses sin atender tus deudas con carácter resolutivo, es casi seguro que ni siquiera tienes idea de cuánto realmente debes. Hoy puedes comenzar con este primer paso:
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